Hola, me llamo Laura Cañadilla y soy “sincera”.
Cuando era pequeña los niños me hacían pillerías con la suficiente picardía para que nadie les descubriese. Yo no. Yo debo de tener un piloto automático que se activa a la mínima de cambio sin importarme las consecuencias.
Realmente no pienso que sea 100×100 malo, a veces me siento orgullosa de mi misma porque creo que en determinadas ocasiones he sido valiente expresando lo que pensaba o sentía. Otras muchas… me he arrepentido.
Hoy me he arrepentido. No porque no sienta lo que haya dicho, si no porque a veces terminas dándote de bruces con la realidad y te das cuenta que lo que tu creías que era rojo, siempre fue negro.
Pero enfin, aún así y aún sabiendo que existe un 90% de posibilidades de que la cosa va a acabar mal… no me puedo morder la lengua. Soy de esas personas a las que se le hincha la vena del cuello y tiene que decir lo que siente porque si no explota.
Y sinceramente…. quiero seguir siendo sincera.